DOCUMENTO DE LA SOCIEDAD ARGENTINA DE NUTRICIÓN Si se toma esa cantidad a lo largo de un año, se pueden adelgazar 2,5 kilos, aseguran reconocidos expertos locales.
El agua es una herramienta muy útil para combatir la obesidad: tomar 1,5 litro al día puede hacer perder 2,5 kilos al año. Así lo aseguran especialistas de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), que ayer presentaron un documento que apunta a desarrollar estrategias para mejorar la calidad de la ingesta de líquidos en nuestro país.
El trabajo fue elaborado por un panel de expertos en hidratación, nutrición, obesidad y deporte.
Tomar agua contribuye a reducir la ingesta de calorías innecesarias. ¿Por qué? El agua no aporta calorías, es la bebida natural ; genera una sensación de saciedad que puede ser aprovechada por los que desean bajar de peso; y aumenta la liberación de una sustancia llamada dopamina que está ligada a la sensación de recompensa.
“Tomar agua es perder peso –afirma a Clarín, Mónica Katz, directora de la Carrera de Médico Nutricionista de la Universidad Favaloro e integrante de la SAN–. Si una persona tomara 1,5 litro de agua por día (incluidas las infusiones sin azúcar o con edulcorante), en un año quemaría 17.400 calorías, cifra que causaría una pérdida de 2,5 kilos, en el marco de una vida saludable, es decir una dieta equilibrada y actividad física”.
Los nutricionistas explican que en primer lugar, el agua ocupa un lugar en el estómago, lo cual produce una sensación de saciedad mecánica . Además, el agua diluye la concentración de sales en la sangre, estimula el sistema nervioso simpático, lo que dispara la producción de noradrenalina y, con ella, la degradación de lípidos. Y en tercer lugar –afirman–, el agua aumenta la liberación de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor ligado a la sensación de recompensa y placer. “Por lo tanto –señala Katz–, después de beber agua, el organismo siente menos deseo de ingerir alimentos placenteros con exceso de calorías”.
Los especialistas aconsejan tomar ocho vasos diarios de agua. Si es con gas, mejor, porque según afirman, aumenta la saciedad. Y si está fría, obliga al organismo a invertir energía en calentarla hasta los 37 grados del cuerpo, “lo que implica un gasto extra de unas 100 calorías”, apuntan.
En los niños es preocupante el bajo consumo de agua, en contraste con el consumo excesivo de azúcar. “Las gaseosas e infusiones con azúcar aportan el 14% de las calorías que ingieren los alumnos de escuelas bonaerenses. Debemos insistir en que los chicos tomen agua común”, subraya Sergio Britos, director de la carrera de Nutrición de la Universidad Nacional de La Plata. Y exhorta a “las autoridades sanitarias, educativas y científicas así como la industria de alimentos, a tomar como política de Estado el desarrollo de un plan de educación alimentaria, incluyendo una hidratación saludable ”.
fuente:
http://www.clarin.com/sociedad/aliada-obesidad-litro-ayuda-perder_0_735526539.html